
Muchos jubilados necesitan un apoyo extra para cubrir gastos imprevistos, mejorar su vivienda o simplemente darse un gusto.
Por eso, existen diferentes programas de créditos y ayudas económicas disponibles a través de ANSES y otros organismos públicos.
Conocer estas opciones puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida sin comprometer tus ingresos mensuales.
ANSES ofrece créditos personales para jubilados y pensionados del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino). Podés solicitar montos desde $5.000 hasta $600.000, con cuotas fijas y plazos de hasta 48 meses.
Requisitos principales:
El trámite es online desde anses.gob.ar. Una vez aprobado, el monto se acredita en tu cuenta en un plazo de hasta 5 días hábiles.
Los jubilados que compran con tarjeta de débito pueden recibir un reintegro del 15% del IVA en productos esenciales como alimentos, medicamentos y artículos de limpieza.
Este beneficio es automático y tiene un tope mensual de $18.800. No hace falta inscribirse: se aplica en las compras realizadas en comercios habilitados.
En contextos de alta inflación o necesidades puntuales, el Gobierno nacional suele otorgar bonos extra o pagos únicos para reforzar los ingresos de los jubilados. Estos montos se anuncian a través de ANSES y suelen pagarse junto con la jubilación mensual.
También existen tarifas sociales en servicios como luz, gas y agua, accesibles para jubilados con ingresos bajos. Se tramitan a través del registro de segmentación energética.
Algunas provincias y municipios ofrecen líneas de microcréditos para reparaciones del hogar, accesibles a jubilados. Estos fondos permiten arreglar techos, baños, accesos o adaptar la casa a necesidades de movilidad.
Consultá en tu municipio si hay planes activos o convenios con ANSES o PAMI.
Tener acceso a créditos y ayudas económicas puede marcar la diferencia en el día a día de un jubilado.
Ya sea para enfrentar gastos inesperados o para invertir en una mejor calidad de vida, estas herramientas están disponibles y muchas veces no requieren gestiones complejas.
Informarte y actuar a tiempo es clave. No dejes de revisar las opciones que tenés como beneficiario del sistema previsional.